Desde abril de 2022, Gobierno ha ido prorrogando el límite del 2% a los alquileres y, a finales del año pasado, anunció que blindaría los alquileres durante todo 2023.
Antes, la ley permitía a los propietarios subir el precio de la vivienda que tuvieran alquilada conforme a la subida de la inflación.
Ahora, aquellos propietarios que tuvieran un piso alquilado, y cuyo contrato fuera a cumplir su renovación anual, no podrían subir el alquiler a sus inquilinos más de un 2% este año.
La regulación actual contempla que sí podrán aplicarse subidas superiores al 2%, siempre que haya acuerdo entre arrendador y arrendatario. Solo «en caso de no alcanzarse nuevo pacto, el incremento de la renta no podrá exceder en ningún caso de la referida variación del 2%».