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FTX se asoma al abismo, puede terminar declarándose en quiebra.

Unas nuevas turbulencias que vienen a acelerar la necesidad de que el sector, a falta de una regulación superior, se autorregule y eleve los niveles de transparencia y de garantías ante unos inversores, entre los que están ya grandes bancos, gestoras y fondos soberanos, y se protejan las inversiones de los ahorradores de un uso inadecuado por no segregar estos activos de los de la propia plataforma.

Binance, renuncia a la adquisición de FTX, por el resultado de las diligencias realizadas y de las últimas noticias sobre el mal uso de los fondos de los clientes y las posibles investigaciones de los reguladores.

La plataforma ha podido utilizar el dinero depositado por sus clientes para financiar las inversiones de su vehículo inversor Alameda Research. Bankman-Fried ha prestado los criptoactivos depositados por sus clientes sin su permiso, lo que sumado a los fuertes reembolsos solicitados habría agravado aún más su crisis.

Bankman-Fried está negociando con otras plataformas e inversores para intentar atajar sus problemas, entre los que estaría el exchange Kraken.

La crisis de FTX, ha provocado que se empiece a autorregularse, a falta de una regulación por parte de los supervisores, para dar mayor transparencia ante los grandes inversores y los pequeños ahorradores, que depositan en ellos su dinero.

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